Edición n° 2953 . 22/12/2024

Dólar: Y ahora, ¿quién podrá pararlo?

Situación crítica del sector externo e impacto de la corrida cambiaria

( Raúl Dellatorre / Página 12 / Motor Económico ) La situación crítica del sector externo no está dada solamente por el ataque especulativo en el mercado cambiario local que se registró en los últimos días. Hay condiciones relativas a la liquidación de exportaciones que podrían afectar el ingreso previsto de dólares y otras referidas a las obligaciones de pago al exterior que podrían colocar en situación complicada al gobierno si no respondiera a las demandas de divisas de las empresas involucradas. En medio de ese panorama, los especuladores financieros hacen su juego y las autoridades económicas se están quedando con pocas herramientas para responder. Las expectativas de que la ola especulativa se detenga en los próximos días se enfrentan con una lógica de hierro: estos sectores están ganando mucha plata empujando los dólares financieros hacia arriba, y realizan sus ganancias aunque el gobierno no dé el brazo a torcer otorgando una devaluación sobre el tipo de cambio oficial. Entonces, ¿por que habrían de detenerse?

El presidente de la Cámara de la Indutstria Aceitera y Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), Gustavo Idígoras, sembró este sábado más inquietud a la que ya existía. Previo a la implementación del dólar soja, «se había proyectado llegar a las 10 millones de toneladas» de liquidación de exportaciones, dijo. Pero «las condiciones del mercado han cambiado: lamentablemente, no se va a alcanzar los 10 millones de toneladas y tampoco se sabe cuál va a ser el piso», advirtió.

¿Se hundió la nave insignia de la recuperación de las reservas de Sergio Massa? 

Idígoras siguió explicando: “Las brechas cambiarias siempre generan una retracción muy fuerte del mercado de granos; las condiciones de cosecha siguieron empeorando y se retrasaron; y el mercado internacional no está colaborando con la Argentina para tener un precio atractivo”, ahondó el representante de las empresas dueñas de la llave de la puerta de entrada de los dólares al país. 

A los consorcios productores del grano y las fábricas procesadoras que exportan la harina, el aceite y otros derivados de la soja, los 300 pesos del dólar diferencial del programa de incremento exportador ya les resulta poco, después del raid alcista del dólar financiero, se entiende por las palabras del titular de Ciara-CEC. 

Además, se quejó de que al complejo agroexportador sojero «le están faltando US$ 700 millones de fertilizantes para la próxima campaña, que no están siendo autorizados», lo cual comprometería los resultados de la futura «súper cosecha» 2023/24, pronóstico que Idígoras puso en duda.

Las expectativas de que la ola especulativa se detenga en los próximos días se enfrentan con una lógica de hierro: estos sectores están ganando mucha plata empujando los dólares financieros hacia arriba, y realizan sus ganancias aunque el gobierno no dé el brazo a torcer otorgando una devaluación sobre el tipo de cambio oficial. Entonces, ¿por que habrían de detenerse?

Pero esta queja por el freno que el Banco Central le ha puesto a las autorizaciones a la compra de dólares a precio oficial para importar, se suma a la de diversos sectores que denuncian dificultades para poder producir por falta de insumos. Y se agregan a las de otros que adelantaron importaciones el año pasado con financiación externa y ahora deben pagar sus deudas que están viendo trabado su acceso a los dólares, ya con los vencimientos encima. Se presume que son alrededor de US$ 10.000 millones aproximadamente los que están comprometidos en estas deudas comerciales de vencimiento ya muy próximo.

A este panorama, se agregó en los últimos días una preocupación que empieza a ser un tema de tratamiento frecuente en despachos de la autoridad monetaria. Está referido a la emisión de deuda en el exterior que, en los últimos años, han realizado varias de las empresas argentinas –no todas de primerísima línea– y que deben empezar a amortizarse. No todas tienen dólares propios para cubrir lo que el BCRA no pueda aportarles. Tampoco son muchas las que podrían refinanciar o conseguir nuevos créditos, dado que las dificultades que enfrenta el país son bien conocidas en el exterior. Sólo resta agregar que el default de aunque fuera una de estas empresas, supondría un dolor de cabeza–por decir lo menos– para el gobierno casi equivalente al de un vencimiento de un título público. 

Tanta es la sensibilidad con respecto a las condiciones que generó la corrida cambiaria de la última semana que hasta un pequeño agente de bolsa, Max Capital, debió salir públicamente a disculparse y a «lamentar profundamente» haber difundido el viernes «un rumor infundado» sobre una supuesta devaluación del dólar oficial que se anunciaba para este lunes. Una más de las tantas noticias falsas que circulan a diario en los mentideros financieros, pero en un mal momento para divulgarlo por escrito.