Edición n° 2925 . 24/11/2024

¿Cómo respondemos los programadores al metaverso que propone Zuckerberg?

El metaverso tiene como objetivo simular un mundo en el que estemos tan cómodos como en el real. Esta es una novedad más para la cual debemos actualizar nuestras habilidades y aprender nuevos lenguajes.

( Por Sebastián Buffo Sempé )

El CEO de Meta revolucionó todo con su anuncio acerca del nuevo entorno de realidad virtual en el que quiere que los seres humanos compremos, socialicemos, juguemos y trabajemos; ¿qué podemos aprender los programadores para estar preparados ante este desafío?

El siniestro futuro que imagina Mark Zuckerberg

Todos quieren estar en el metaverso: desde una compañía como Disney, pasando por un artista de renombre como Justin Bieber, y hasta una ciudad como Seúl apuestan a tener su versión de realidad virtual y aumentada, tal como lo mencionó Mark Zuckerberg, CEO de Meta -antes llamada Facebook-, en su última keynote del 28 de Octubre. En su exposición no presentó productos clásicos, sino que revolucionó el mundo de la tecnología con un anuncio futurista… ¿o quizás no tan futurista como creemos?

Pero, ¿qué significa “estar en el metaverso” y por qué empresas, personalidades, ciudades e instituciones querrían conquistar ese espacio? Claro está que figuras de Silicon Valley tan relevantes como Zuckerberg marcan tendencia y todo lo que dicen genera disrupción en el mercado.

Disney – el conglomerado de medios de comunicación y entretenimiento estadounidense más grande del mundo – compartió sus planes de lanzarse al mundo de la realidad virtual llevando allí sus parques temáticos, y así lo hicieron también otras empresas como Roblox Corp., Microsoft Corp. y Epic Games.

La capital de Corea del Sur, por otra parte, prometió empezar a ofrecer ciertos servicios públicos a través del metaverso utilizando realidad virtual, una propuesta que va en línea con el carácter tecnológico de esa ciudad.

El caso del artista canadiense también resulta muy novedoso, dado que se convirtió en un avatar para dar un concierto virtual en su propio metaverso el pasado 18 de noviembre.

Zuckerberg llegó con este anuncio para desafiar al universo de la tecnología y de la programación. Si bien la realidad virtual y aumentada son dos tecnologías que ya existían en el mundo -de hecho Meta es dueña de Oculus VR, compañía de desarrollo de tecnologías de realidad virtual-, el concepto que compartió el pasado 28 de octubre fue aún más allá, para prometer un entorno en el que todos vamos a terminar queriendo estar.

Ese es el objetivo del CEO de Meta, que en su presentación planteó: “El metaverso será social, un espacio virtual 3D donde podrás compartir experiencias envolventes con otras personas -incluso cuando no sea posible estar juntos físicamente-, y realizar actividades juntos que no serían posibles en el mundo real”.

Quizás la confianza con la que el programador dice que el futuro está en el metaverso, tenga que ver con que la mayoría de los mortales nos movemos ya en entorno virtuales inventado por él. ¿No tenemos hoy casi todos descargadas en nuestro celular las aplicaciones de WhatsApp, Instagram y Facebook, o al menos una de ellas?

El metaverso tiene como objetivo simular un mundo en el que estemos tan cómodos como en el real. Así lo mostró también en su presentación, con un boceto de imágenes y su propio avatar interactuando en este nuevo espacio. Allí, Mark quiere que compremos, socialicemos, juguemos y trabajemos.

Las empresas, las figuras más populares y hasta los gobiernos ya están mirando hacia ese lado por el potencial que tiene el metaverso para generar nuevas oportunidades creativas, sociales y económicas. Lo más probable es que nadie quiera quedarse afuera de este mundo paralelo que propone el genio de las redes sociales. Sobre todo porque él prometió que en los próximos diez años moverá “centenares de miles de millones de dólares”, una cifra que Bloomberg Intelligence estimó en unos 800.000 millones.

Para crear entornos de realidad virtual, más aún los que promete el neoyorquino de 37 años, se necesita tecnología de avanzada y talento que sepa cómo responder a su nueva propuesta.

Los programadores, quienes aportaremos nuestros conocimientos y habilidades para tejer y delinear este metaverso, sabemos que esta es una novedad más para la cual debemos actualizar nuestras habilidades y aprender nuevos lenguajes de programación o formas de aplicarlos, como tantos otros que existen ya en el universo de la tecnología.

Para formar parte del desarrollo del metaverso, lo primero que hay que hacer es adquirir habilidades de programación, que te permitan desarrollar los productos del futuro. Meta estará creando 10.000 nuevos puestos de trabajo en los próximos 5 años en la Unión Europea para colaborar en este desarrollo.

El metaverso requerirá constantemente ingenieros, desarrolladores, diseñadores y programadores, pero… ¿qué lenguajes de programación se requieren? Según desarrolles para realidad aumentada (AR), realidad virtual (VR) o blockchain, hay diferentes lenguajes de programación que hay que saber para construir el metaverso:

  • C# y C++ son clave para desarrollar experiencias de realidad virtual y aumentada en los motores de juegos Unity o Unreal,
  • JavaScript para aplicaciones de WebVR, WebAR o aplicaciones sobre blockchain,
  • Python para desarrollar scripts e interfaces para realidad virtual, muy utilizado en aplicaciones industriales de VR y AR. Es un lenguaje fácil de aprender que permite hacer luego una transición sencilla a un lenguaje más avanzado como C#.
  • Solidity y Rust, para desarrollar e implementar contratos inteligentes en Ethereum o en Solana, respectivamente

Aprender un lenguaje de programación puede realizarse de manera autodidacta, con cursos online o en bootcamps acompañados por un equipo de alumnos y profesores formando una comunidad de aprendizaje. Las alternativas se encuentran online y está en uno el perfil que quiera darle a su carrera para formarse más en algún lenguaje de programación, con foco en product management, desarrollo de productos o de emprendimientos.

Co-fundador de Le Wagon Latinoamérica.