Aprobación de las metas 2022, más margen para reservas y nuevo torniquete fiscal
El FMI aprobó el cumplimiento de metas a diciembre pero reclama mayor restricción fiscal para compensar «el costo» de la moratoria previsional. Habrá desembolso en marzo por uSs 5300 millones.
( Por Raúl Dellatorre/ Página 12/ Director de Motor Económico ) El Fondo Monetario Internacional informó mediante un comunicado oficial la aprobación, a nivel de los cuerpos técnicos, del cumplimiento de las metas de déficit fiscal, emisión monetaria y acumulación de reservas internacionales de divisas al 31 de diciembre pasado, como resultado de su cuarta revisión en el marco del Acuerdo de Facilidades Extendidas firmadas en marzo de 2022. Una vez que tal revisión sea convalidada por el Directorio del FMI, en una reunión que tendría lugar la próxima semana, el gobierno argentino podrá acceder a un nuevo desembolso, como parte del crédito, equivalente a unos 5300 millones de dólares (4000 millones de DEG a su valorización actual).
A su vez, desde el Palacio de Hacienda aseguraron que se había llegado a un acuerdo para reducir las exigencias de acumulación de reservas previstas para el año en curso. Según se informó, la meta para el primer trimestre se redujo en más de 3000 millones de dólares, que de otro modo hubiera sido imposible de cumplir. Pero, apostando a una recuperación del ciclo de acumulación en los tres trimestres siguientes, la meta de acumulación anual también se reduce pero menos que la del presente trimestre: en casi 2000 millones de dólares.
De tal modo que si, originalmente, la meta planteada por el FMI era que las reservas internacionales llegaran al término de 2023 en un nivel de 9800 millones de dólares superior al nivel de origen, ahora el objetivo se ubica por debajo de los 8000 millones acumulados al cierre del segundo año del acuerdo.
Reforma previsional mal vista
Tal flexibilidad, en la que se tuvieron en cuenta principalmente los perjuicios provocados por la prolongada sequía sobre la producción agropecuaria exportable, no tendrá correlato en la meta fiscal, la cual fue ratificada en un déficit máximo equivalente al 1,9% del PBI.
Al contrario, en los términos del acuerdo publicados este lunes por el FMI se señala que «se tomarán medidas tempranas y decididas para abordar de manera sostenible los costos fiscales de la aprobación imprevista de la moratoria de pensiones para asegurar los objetivos fiscales para este año y los próximos».
La referencia a «la aprobación imprevista» de la reforma previsional habla a las claras de un proyecto que beneficiará a unas 800 mil personas que no hubieran estado en condiciones de jubilarse por la falta de aportes de sus empleadores durante años, con el que el FMI no estaba de acuerdo. Sin embargo, el gobierno lo impulsó y logró su aprobación en Diputados (ya había sido votado por el Senado el año pasado), ante lo cual el staff técnico del Fondo le advierte al gobierno que deberá tomar «medidas tempranas y decididas» para compensar el costo fiscal de dicha moratoria.
En particular, recuerda el FMI que el esquema de quita de subsidios energéticos deberá cumplir con la eliminación plena a los usuarios residenciales de mayores ingresos a partir de mayo y, a los usuarios comerciales, a fines de 2023.
Estos párrafos merecieron una dura respuesta de la agrupación La Cámpora, que lidera el diputado nacional Máximo Kirchner. A través de su cuenta de twitter, señala que «el comunicado de prensa del FMI deja en claro que, voten lo que voten los argentinos y las argentinas, la economía del país la decide el Fondo. ¿La democracia? Bien, gracias».
Sequía en el campo y los bolsillos
De todos modos, la flexibilidad que el Fondo otorgó para ampliar el margen para el cumplimiento de las metas de acumulación de reservas no fue gratuito. Si bien reconoce que la demanda de flexibilidad está justificada por la sequía, al mismo tiempo exige mayores políticas de ajuste. “Ante los desafíos de una sequía cada vez más severa, se necesita un paquete de políticas más sólido para salvaguardar la estabilidad macroeconómica, abordar el aumento de la inflación y los recientes reveses de políticas, así como garantizar el logro de los objetivos subyacentes del programa. Tales políticas deben implementarse firme y consistentemente», señala el informe técnico que lleva las firmas de Luis Cubeddu, director adjunto del Departamento Hemisferio Occidental, y Ashvin Ahuja, Jefe de Misión para Argentina.
«En un contexto económico más desafiante, particularmente la sequía cada vez más severa, se necesitan acciones de política más sólidas para salvaguardar la estabilidad, abordar el aumento de la inflación y los reveses de políticas, así como mantener el ancla del programa», sentencia el FMI en su comunicado.
En materia de política monetaria y cambiaria, recomienda la misma orientación de medidas como las que hoy mismo estan hundiendo en una nueva crisis financiera al sistema global comandado por Estados Unidos. La excesiva suba de las tasas de interés de la Reserva Federal, como mecanismo para frenar la inflación, fue cuestionada hasta por Goldman Sachs en aquel país.
Sin embargo, el FMI insistió con la suba de la tasa de interés real por encima de la devaluación y de la inflación) para alcanzar el equilibrio macroeconómico. Dice el documento: «Para hacer frente a las continuas presiones inflacionarias, que han repuntado en los últimos meses, las autoridades pretenden mantener positivas las tasas de interés oficiales en términos reales», ujna política con previsible resultado recesivo.
También señalan el compromiso de las autoridades «a no utilizar reservas internacionales ni emitir instrumentos de deuda externa de corto plazo para intervenir en los mercados cambiarios paralelos». Esta restricción supone atarle las manos a la conducción económica para que no pueda intervenir en el mercado con el fin de bajar los dólares alternativos.
Así como un párrafo adicional en el que el Fondo advierte que «en el futuro, será esencial mantener políticas sólidas y adaptarlas según sea necesario a la evolución de las condiciones externas e internas. Las medidas cambiarias administrativas temporales no deben ser un sustituto de una política macroeconómica sólida». Una manifestación clara de rechazo a las medidas de emergencia como el «Dólar soja» y otros mecanismos de tipo de cambio diferencial que el equipo económico pretende extender, como el «dólar malbec» y otras variantes regionales.