( Roxana Yattah*/ Especial para Motor Económico) Varios trabajos señalan la necesidad de unir esfuerzos para contrarrestar el ataque de los medios hegemónicos, que terminó en el peor escenario posible: el pasaje al acto de los discursos de odio. La vida de la máxima líder popular corrió riesgos y con ello la amenaza de un nuevo capítulo de violencia política se instala. Cabe señalar, sin embargo, que lo inmediatamente anterior ya era de extrema gravedad y por eso la gente había comenzado a movilizarse. En otras palabras, el arma en la cabeza de la vicepresidenta produjo un shock y trauma social en el que estamos aún sumidos, pero la pretensión de meterla presa en estado de indefensión e inseguridad jurídica, y encima reforzar esto con más linchamiento mediático e insultos en la puerta de su casa, fue la gota que rebalsó el vaso.
La presencia multitudinaria de la gente en las calles expresó los excesos que no se tolerarían: la democracia misma amenazada.
El panorama se presenta sombrío y cerrado, si pensamos en lo poderoso del enemigo. Éste detenta no solo el poder económico sino el control apabullante de los medios. No es una lucha pareja.
Tal como yo entiendo una situación violenta, no se trata de enfrentar de igual a igual el problema, sino de trabajar para que ese poder se debilite y se resquebraje.
Mas en la línea de hacerlo caer, de quitarle consistencia.
Esto implica más bien una posición de resistencia, mientras por otro lado se fortalecen las propias fuerzas y los reductos de contención.
Estas líneas pretenden aportar elementos al análisis para reforzar los dos bastiones con los que contamos desde el campo popular: las luchas en las calles y la batalla cultural ya en curso (que se libra en los discursos y en la palabra).
La violencia esta vez nos tomó desprevenidos, cuanto más sepamos acerca de los hilos que la mueven y la sostienen, mejor vamos a poder orientar nuestras energías y potencialidades.
- ¡ELLOS O NOSOTROS!… Y EL CONVIDADO DE PIEDRA
Voy a hacer un aparte para hablar de quien considero es el invitado de piedra en esta historia: los yanquis. ¡De nuevo! Desde la geografía del norte bajan nuevas fórmulas para infiltrarse en nuestros países del sur e influir directamente sobre nuestros destinos. Ahora se trata del Lawfare y sus sofisticados planes de comunicación, que esta vez se proponen“convencer por las buenas”.
Antes fue el Plan Condor, ahora son las fake news, pero las finalidades son las mismas: voltear gobiernos (o impedir que lleguen al poder). Como ya sabemos,medidas que van desde el control de los medios y la Justicia, pasando por feroces planes de ajustes hasta, en sus extremos, asesinar o desaparecer opositores.
Son responsables directos de estas nuevas realidades de países que pretenden explotar y expoliar. Orquestando desde afuera, metiéndose en política, haciendo alianzas locales. Disfrazados de “civilización y discurso democrático”, siguen viniendo a saquearlos ríos, el agua; a usufructuarla tierra, los minerales.
Esa flema tananglosajona,con su espíritu conquistador, parece seguir incólume. Y se expresa en uno de sus slogans más sorprendentes: “Divide y reinarás!” (Divide and Conquer).
Qué duda cabe: los discursos de odio más los dineros en juego hacen posible llevar a cabo estos atentados, realizando las alianzas a través de los grupos locales, permiten que sus planes se materialicen.
Y entonces surge un hecho imprevisible: aquellas expresiones lingüísticas propias de nuestra cultura, como por ejemplo “¡Te mato, te reviento, sos boleta!” se tornan literales. Y aparecen estas nuevas bandas urbanas pergeñando atentados y asesinatos.
Una raya se ha cruzado y ahora las peleas, rivalidades, broncas y rencores que existen en la sociedad, en lugar de lograr ser interpretadas y simbolizadas, hacen su descarga en lo real.
Con las fake news la violencia viene disfrazada, por eso es precisodesenmascararlas y llamar a las cosas por su nombre. Como por otro lado sucede con cualquier situación de esas características.
Los mecanismos de propaganda basados en grandes mentiras (fake: falso), una vez que se activan son difíciles de detener. Tal como ya aprendimos con la propaganda nazi, mecanismos ampliamente estudiados por la escuela de Frankfurt, en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial.
Ironías de la vida, los grandes defensores de las “democracias” terminan tocándose de cerca con los discursos nazis o neofascistas.¡Será que el poder del capital concentrado y la violencia de la fuerza bruta en algo se parecen!
- SALUD MENTAL, EL CAMPO “PSI” Y LA SINGULARIDAD
¿Quiénes -en estas latitudes -no han acudido a la consulta psicológica en momentos de verse en problemas o frente a algún síntoma o sufrimiento? ¿Quién no escucha en el colectivo o en el bar, charlas cotidianas donde se desliza la frase “Mi psicóloga me dijo…” o algo por el estilo? ¿Quién no tiene un amigo que se analizó o una pareja o una madre o un hijo? Acá la gente, frente a los problemas, tiene por costumbre consultar. Y lo hace en instituciones públicas creadas ad- hoc.
No solo que no dejan pasar los temas, ni los esconden debajo de la alfombra, sino que van y consultan para aliviar la pena o cualquier problema que los aqueja. Es un dato de curiosidad señalado con frecuencia por diversos estudios sociológicos y por supuesto,un dato de interés psicoanalítico.
Será que como sociedad hemos pasado por tantos duelos, que nuestros padres y abuelos han dejado atrás tantas cosas: queridas e idealizadas o, por el contrario, dolorosas como guerras o hambrunas. Será que esta sociedad descansa sobre acontecimientos traumáticos, desde su fundación.
Lo cierto es que en estas tierras el psicoanálisis prendió, ¡y cómo!
Esto dio lugar al impresionante despliegue del campo “psi” en la Argentina: psicólogos, psicoanalistas, psiquiatras, psicólogos sociales, especialistas en adicciones, en prevención, en familias, psicopedagogos. psicoterapeutas especializados en música, en pintura, La lista es larga. Las instituciones en salud mental son espacios de contención de diversidad de problemáticas.
Encuentros fructíferos entre esta población ávida por hablar, hacerse preguntas y encontrar sus respuestas y un conjunto de profesionales que están allí para recibir esta demanda, escucharlos y vehiculizar cada consulta.
Este trabajo que lleva décadas ha dejado ya una marca en nuestra sociedad, una marca que nos caracteriza y nos enriquece. Honestamente, pienso que si como población no estamos tan mal es porque existieron estos espacios inmensos de contención de la angustia, donde se volcaron tantas historias de vida, nunca tan alegres ni fáciles, donde existió un fecundo intercambio. Centros de Salud Mental y Servicios de Psicopatología de los hospitales públicos. ¡Presentes!
¿A qué viene todo esto? Por un lado, ala preocupaciónlógica por el estado de salud mental de la población que, una vez más, se ha visto acorralada frente a circunstancias extremas de crisis. Diezmada por la pandemia, lastimada por graves pérdidas de seres queridos, una pandemia que pensábamos iba a durar meses y duró más de dos años. Con duelos que en muchos casos están pendientes o aún no han comenzado, a raíz de haberse alterado los rituales culturales frente a los fallecimientos y los entierros.
El aislamiento obligatorio por tantos meses produjo estragos de todo tipo:se han agudizado los problemas orgánicos, con profusión de enfermedades “raras” y el recrudecimiento de otras enfermedades que habían sido superadas y volvieron. Estados de ansiedad en los jóvenes y depresiones en los adultos, tendencias al consumo de medicamentos para paliar los síntomas.
Los adultos mayores ante el desafío de ponerse en movimiento y recuperar actividad, detectándose con preocupación el inmovilismo que produce deterioro creciente,conlos riesgos consecuentes. Los centros de Salud Mental cumplen hoy un papel fundamental.
Pero también traemos este tema porque allí se da una articulación entre lo privado y lo público, que es uno de los interrogantes de esta nota. Son instituciones públicas que responden al papel del Estado como garante de salud y protección de los ciudadanos.
El trabajo silencioso que sucede en estos centros, acompañando como decíamos una diversidad de temas, puntuales, uno por uno, hacen que replanteemos y revaloricemos el lugar de la singularidad.
Quien arregla su vida, quien enfrenta sus fantasmas, sus dilemas, está haciendo mucho más que una acción personal e individualista. Está abriendo una brecha que produce efectos en todas las direcciones: básicamente hacia las generaciones jóvenes y futuras, a quienes les alivian las cargas de conflictos no resueltos, de pesadas herencias; hacia las generaciones anteriores(sus mayores) al romper con mandatos y obligaciones que ya no tienen vigencia y por ende no suman a las acuciantes exigencias de la actualidad. Y también produce resonancias y cimbronazos en el cuerpo social en su conjunto, al que empuja a realizar cambios para poder avanzar hacia nuevos horizontes.
Los tratamientos, si bien breves apuntan a un cambio de posición, serio e irreversible. Son verdaderas rupturas del status quo, alentadas por el trabajo institucional que allí se promueve.
Un sujeto por definición es alguien que se ha encontrado con su propia dignidad y una vez vivida esta experiencia, ya no tiene vuelta atrás, no importa el precio y el esfuerzo que eso lleve.
Así, nos vamos acostumbrando a pensar la realidad pasando por nuestros problemas y la complejidad que ellos implican.
- ANTE UN CAMBIO DE ÈPOCA
¿Cómo hacer para pensar en medio de este estado de vulnerabilidad? ¿Como sostener una lucha entre tantas carencias extremas? ¿Cómo llevarla adelante?
Quienes encarnan las luchas hoy son personas de carne y hueso que sufren y hacen síntomas. ¡Ya no hay héroes! Del estado de indefensión y de vulnerabilidad, puede nacer la decisión de realizar un cambio, la fuerza para salir adelante. Momento en donde resulta fundamental el papel de comprender, de desentrañar. Es un espacio muy tenue donde aparece aquello (nuevo) que hace causa.
En este contexto, he intentado decir que el caso por caso no se contrapone con las luchas sociales, por el contrario,se potencian mutuamente
Recuerdo en la época del 2000 que la gente consultaba porque había perdido el trabajo, la época del desempleo. Muchos tenían que enfrentar un cambio de rumbo en sus vidas, se hacía necesario un repliegue sobre si mismos; era un verdadero trabajo de orientación (mucho más que vocacional), para re-lanzarse desde otro lugar ¡Todo un vértigo! (Nota Pg. 12“El estrés de no hacer nada”, año 2000)
Y también, ya se anunciaba claramente el malestar en las mujeres, con sus agobios y sus angustias, sus crisis y/o rupturas en los vínculos. La numerosa consulta de mujeres dio origen a un proyecto institucional que terminó focalizando en las temáticas de lo domestico (o la domesticidad)como una organización familiar en crisis.
(Centro de Salud Mental nº 1, CABA, Equipo de adultos-Nota Pág. 12 “Desdomesticación de la mujer”,R. Y.,año 2014)
Digo luchas y no puedo dejar de mencionar antes que nada las luchas feministas y las grandes victorias conseguidas. Salir a la calle hoy ya no es como antes “O… o…”.
Recuerdo la primera marcha del NI UNA MENOS, miles de mujeres marchando, a paso firme, decididas, bajo la lluvia. ¿Qué es esto? ¿Quiénes somos?
¿Qué estábamos expresando? ¿Qué queríamos decir? Era como un grito colectivo que se unificaba para hacerse escuchar.
Momento inolvidable, único. Momento inaugural, que ya no tuvo vuelta atrás en la historia de las luchas.
Creo que el rasgo distintivo de aquella protesta fue salir del lugar de víctimas, un lugar fijo quenos endilgaban (al modo autoritario o paternalista), para tomar la palabra desde una posición activa y desafiante. Estábamos plantándonos como sujetos de derecho y dando batalla.
- ALERTA Y MOVILIZACIÓN (la fuerza de las consignas)
Cómo llevar las consignas hacia terrenos fértiles, de creatividad colectiva, capaces de ir desde lo colectivo a lo grupal, a lo familiar, a lo singular y desde allí, vuelta a lo colectivo pero potenciado, enriquecido.
No cabe duda que el enemigo es fuerte y sus tramas muy complejas, pero no es invencible.
Nosotros tenemos el “¡NO PASARAN!”
Hasta no comprender por dónde viene el ataque, quiénes lo promueven; hasta no cansarnos de denunciar, de hacer visibles las mentiras y manipulaciones, hasta no ser fuertes y numerosos, no deberíamos cejar en el intento.
He realizado un paralelismo entre la violencia política que enfrentamos en este momento con las luchas feministas, pues estas últimas -si bien no son lo mismo-, ya se constituyeron en el gran reservorio de cambio social,encarando las luchas desde lugares activos y participativos. Una lucha que recién comienza.
“¡SI LA TOCAN A CRISTINA, QUÉ QUILOMBO SE VA A ARMAR!”, expresa el sentir del pueblo y nos orienta hacia dónde va el deseo.
Tenemos la presencia multitudinaria en las calles y su contundencia, dispuestos a defender el bien más preciado: nuestra idea de democracia y elecciones libres. Les va a resultar difícil intentar convencernos y torcer el rumbo de la voluntad popular.
Va a ser difícil que nos corran por el lado de la palabra. Porque la palabra por estos lares es nuestro fuerte, nuestro bien mas preciado.
“Ellos o nosotros” están las lecturas que vienen de las élites dominantes, pero están las que vienen de lo popular. Acá, gracias a las complejas condiciones de vida, a las mezclas de razas, de religiones, se formó una malla social fuerte, resistente a las adversidades. En donde la solidaridad, la empatía, el abrazo y el afecto funcionaron. No tenemos miedo a pensar.
Para finalizar, dos cuestiones:
- Por todo lo que está en juego se vuelve imprescindible la batalla cultural, porque desactivar estas “maquinas abstractas”de última generación no debe ser tarea fácil. Esta batalla es la encargada de llevar los cambios que suceden en la sociedad a los públicos más masivos, y meterse en esos terrenos pantanosos que hoy constituyen laotrarealidad que son las redes sociales.
- Si hablamos de deseo, tenemos que estar abiertos al gran cambio cultural que estamos atravesando, siendo a la vez sus protagonistas. Necesitamos un tiempo y un espacio donde producir elaboraciones sobre quiénes somos, hacia dónde queremos dirigirnos, sobre qué piedras tropezamos, con qué recursos contamos, etc. Es un trabajo depensamiento sobre nosotros mismos.
Operamos sobre el discurso y con la palabra. Pretendemos llegar a todos los rincones posibles para ofrecer algo distinto, una alternativa al sentido común imperante y en peligroso asecho.
En este momento que tiene algo de solemne porque le vimos de cerca el rostro a la violencia y sentimos su peligro, es preciso más que nunca reconstruir la malla social dañada.
Salir a la calle para cambiar el curso de los acontecimientos. Tanto por acción (el intento frustrado de atentado) como por omisión (la insistente falta de Justicia) estamos en el terreno de la violencia, lo que justifica ampliamente la lucha.
Aunque todo se nos ponga en contra, mientras no nos perdamos a nosotros mismos, vale la pena redoblar las apuestas. La Historia tiene giros insospechados, lo cual nos reclama estar despiertos y en estado de “ALERTA Y MOVILIZACIÓN”.
*Psicoanalista, investigadora en temáticas de violencia, periodismo en medios –
roxyattah@hotmail.com