El presente y futuro de la mayor economía europea enfrenta un panorama complejo: pérdida de poder adquisitivo, alta inflación por los precios de la energía y la caída del PBI están llevando el país a la recesión.
La pérdida de poder adquisitivo y la alta inflación por los precios de la energía están llevando a la economía alemana a la recesión y a la peor crisis de los últimos 50 años, coincidieron distintos economisas, de acuerdo con un sondeo divulgado este sábado.
Mientras que Marc Schattenberg, del Deutsche Bank Research, pronosticó un descenso del Producto Bruto Interno (PBI) de hasta 3,5% el próximo año, otros economistas consideraron que la recesión será algo más moderada, pero que igualmente afectará a todas los sectores de la mayor economía europea.
«La desaceleración económica también dejará su huella en el mercado laboral«, dijo Fritzi Kohler-Geib, economista jefe del banco estatal de desarrollo KfW, para quien se prevé sobre todo que se resienta el poder adquisitivo de los hogares.
«Debido a la inflación elevada, la situación financiera de los hogares se deterioró considerablemente desde principios de año», comentó Kohler-Geib, quien asimismo cuenta con que los ingresos reales sigan disminuyendo en la segunda mitad del año.
Schattenberg expresó una opinión similar: «Una gran parte de los hogares tendrá que hacer frente a notables pérdidas de ingresos reales».
Por su parte, Katharina Utermöhl, economista del Grupo Allianz, resumió la situación de una forma aún más clara: «Todos saldremos más pobres de la crisis»; y consideró que Alemania está atravesando la peor crisis de los últimos 50 años, reportó la agencia de noticias alemana DPA, que realizó el sondeo.
«Esto empequeñece la gran crisis financiera (de 2008) y la crisis de la deuda del euro», acotó, al tiempo que pidió amortiguar las consecuencias por la alta inflación.
«Por un lado, con medidas de política fiscal por parte del Estado, pero también con el ahorro de los particulares», defendió.