El Gobierno nacional modificó la semana pasada el esquema de aranceles de exportación a productos pesqueros, cuya elaboración y procesos de producción para el consumo final se realice enteramente en la Argentina, a través del decreto 754/2021. El objetivo es incentivar la producción con valor agregado y el empleo en las provincias pesqueras, y la recuperación de los niveles de exportación de los años anteriores, aseguraron fuentes oficiales.
El decreto 754/21 aprobó la eliminación de los derechos de exportación para merluza sin piel y pescados costeros, y la reducción para langostinos frescos, ambos en envases menores a un kilo; merluza procesada en tierra, calamares y preparaciones de pescado como hamburguesas y medallones entre otros elaborados derivados de la pesca.
El derecho de exportación del langostino congelado en bruto pasó de 7 a 9 por ciento, al ser un producto que se exporta en bloque y posee menor valor agregado; lo que «incentiva la elaboración local para exportar el producto en envases de menor tamaño directo para la góndola o de pescado fresco», destacaron las fuentes.
En concreto, resumieron, se eliminaron las retenciones para 64 por ciento de las posiciones arancelarias del sector, mientras que 33 por ciento de los productos tributarán con una alícuota de 3 o 1 por ciento.