/Más de 300 movilizaciones en todo el país. Ahora se convoca a ir hacia la casa de Cristina
CFK marcó el contraste de la actitud del jefe de gobierno porteño frente a las manifestaciones amenazantes y agresivas que los macristas realizaron frente a su casa. «Quieren prohibir las manifestaciones de amor y de apoyo absolutamente pacíficas y alegres, que tienen lugar ante la ya inocultable persecución», señaló a propósito del vallado montado ahora por la Policía de la Ciudad.
Cristina Kirchner repudió la decisión de Horacio Rodríguez Larreta de montar un vallado en torno a su casa para impedir que los manifestantes que se acercan a expresarle su apoyo frente a la persecusión judicial puedan llegar hasta el lugar.
Despertaron al león, por Luis Bruschtein
«La lógica del Sr. Larreta es la misma lógica del partido judicial. Para los macristas: cuidado y protección. Para los peronistas: vallas, infantería de la policía de la ciudad y hasta palos, gas lacrimógeno y gas pimienta como la noche del lunes. Lo dicho ese día por la noche: nunca fueron ni serán democráticos», escribió CFK en una nota que publicó en sus redes sociales.
«La esquina de Juncal y Uruguay fue objeto de permanentes concentraciones de pequeños grupos de simpatizantes macristas con actitudes amenazantes y agresivas. Con parlantes y micrófonos amplificaban insultos, agravios y promesas de muerte», rememoró la vicepresidenta.
«En todos esos años, la policía del Sr. Larreta nunca intervino. Es más, cuidaban y garantizaban esas actitudes. Hemos llegado a ver, en el caso del Instituto Patria, a un policía de la Ciudad que confraternizaba con un energúmeno que me prometía la horca», contó.
Suspenden el acto en Parque Lezama y convocan a marchar hacia la casa de CFK
El Frente de Todos decidió levantar el acto en Parque Lezama de este sábado a las 15, y en su lugar marchar hacia la casa de Cristina Fernández, en Recoleta, en reacción al vallado puesto por el gobierno porteño y el despliegue de la Infantería que finalmente, terminó retirándose del lugar. También decidieron la suspensión de las convocatorias cercanas a la Ciudad para ir hacia Juncal y Uruguay.
«Ninguna valla va a frenar el apoyo a Cristina. Se suspende el acto en Parque Lezama. Todos a la plaza de Juncal y Paraná», anunció el Frente de Todos de la Ciudad de Buenos Aires a través de su cuenta de Twitter.
n tanto, Lorena Pokoik, presidenta de la organización La Homero Manzi, del PJ Capital, dijo que «la quieren presa o la quieren proscripta porque no pueden frenar el avance de Cristina». Y agregó: «Este despliegue policial es generar miedo para que la gente se quede en su casa, y si reprimen será salvaje porque vamos a dar la vida por nuestra conductora».
El texto completo de Cristina Kircher
El 9 de diciembre del 2015 cuando finalicé mi segundo mandato como Presidenta de la Nación y me dirigía a Juncal y Uruguay para pasar allí la noche y partir al día siguiente a mi casa en el sur, no pude hacerlo. La esquina había sido copada por militantes y simpatizantes macristas, muy violentos que me insultaban y amenazaban. Esa noche tuve que dormir en la casa de mi hija en el barrio porteño de Monserrat.
A partir de allí, la esquina de Juncal y Uruguay fue objeto de permanentes concentraciones de pequeños grupos de simpatizantes macristas con actitudes amenazantes y agresivas. Con parlantes y micrófonos amplificaban insultos, agravios y promesas de muerte.
En todos esos años, la policía del Sr. Larreta nunca intervino. Es más, cuidaban y garantizaban esas actitudes. Hemos llegado a ver, en el caso del Instituto Patria, a un policía de la Ciudad que confraternizaba con un energúmeno que me prometía la horca.
Hoy amanecí con la esquina de mi casa literalmente sitiada. Las vallas colocadas por el Sr. Larreta son algo más que impedir la libre circulación. Son algo más que sitiar a la Vicepresidenta de la Nación. Quieren prohibir las manifestaciones de amor y de apoyo absolutamente pacíficas y alegres, que tienen lugar ante la ya inocultable persecución del partido judicial.
La lógica del Sr. Larreta es la misma lógica del partido judicial. Para los macristas: cuidado y protección. Para los peronistas: vallas, infantería de la policía de la ciudad y hasta palos, gas lacrimógeno y gas pimienta como la noche del lunes. Lo dicho ese día por la noche: nunca fueron ni serán democráticos.