(Por Estefanía Cendón) Juan Pablo Acosta, referente de la Comercializadora Nacional de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra, describió el esquema que la organización desarrolla: comercio justo, producción agroecológica, fortalecimiento de las economías regionales, federalización y soberanía alimentaria en agenda. “Entendemos que nuestra estructura comercial puede dar respuestas a todo el país”, aseguró.
El esquema de comercialización que propone la UTT se estructura en torno al comercio justo. En diálogo con Motor Económico Acosta definió las características de este sistema y los beneficios que conlleva: “Este esquema implica canales cortos de comercialización, lo que permite sostener la estructura de toda la organización. Priorizamos que mejoren los ingresos de las familias productoras, llegando a la comunidad de vecinos y vecinas con ese alimento a un precio más barato que lo que el mercado convencional ofrece”.
Además de especializarse en la producción de frutas y verduras agroecológicas, así como productos agroindustriales y cooperativos, la UTT incorporó la producción cárnica en sus esquemas de comercialización. “Uno de los dispositivos con los que contamos es el Almacén Agroecológico de la UTT Avellaneda. Ahí se vende carne vacuna, porcina y ovina. En el caso de los corderoshoy tenemos un camión propio con el cual hacemos esa logística, el resultado es que el productor mejoró entre un 25 y 30% su ganancia y la familia vecina paga el cordero más barato que el kilo de carne de novillo vacuno feedloteado”, expresó el extensionista rural.
A lo largo de la entrevista, Acosta apuntó al círculo virtuoso que se desarrolla a partir de un modelo que propone la soberanía alimentaria: “Las familias campesinas mejoran sus ingresos, se promueve el arraigo rural y, si a esto lo acompañamos con políticas públicas suficientes, esto abona un fortalecimiento territorrial. En un contexto de crisis, que las familias puedan acceder a alimentos saludables y a precio más bajo es un acto de justicia”.
Con respecto a los proyectos en actual desarrollo, el referente de la organización sostuvo que llevan adelante “la federalización de la comercializadora de la UTT, descentralizando la estructura comercial de Buenos Aires”.Asimismo, Acosta hizo referencia al vínculo con el Estado y las necesidades latentes: “La tierra es un eje transversal de nuestra organización, al igual que la agroecología y la igualdad de género. Son los ejes que ordenan nuestro quehacer cotidiano y con el Estado los pedidos giran en torno a ellos. Hoy está en claro que las necesidades de nuestro sector no están resueltas”.
MOTOR ECONÓMICO: ¿Cuál es el rol de los almacenes de la UTT y cómo es su distribución a nivel territorial?
Juan Pablo Acosta: La UTT cuenta con tres estructuras de comercialización: los Almacenes UTT, los nodos de compras comunitarias y los Almacenes Soberanos. En todos esos espacios se comercializan frutas, verduras y algunos productos agroindustriales, también alimentos cooperativos y carnes. Tenemos una carnicería agroecológica en Avellaneda, los alimentos que comercializamos son elaborados por pequeños productores.
ME: ¿Qué esquema de comercialización proponen?
JPA: El esquema de comercialización está estructurado en relación al comercio justo. Esto implica canales cortos de comercialización para que los pequeños productores y productoras de esos alimentos accedan a un mejor precio de compra que el que ofrece el mercado convencional y, al mismo tiempo, que la comunidad de vecinos y vecinas puedan adquirir alimentos sanos y a precios justos.
En general, la estructura de comercialización no tiene intermediarios por lo que la mayoría de veces esos alimentos son más baratos que en el mercado convencional.
ME: ¿De qué forma se establecen los precios?
JPA: Los precios, sobre todo en la experiencia que venimos gestionando en frutas y verduras, donde más hemos desarrollado los canales comerciales, se fijan a través de asambleas internas de la UTT integradas por las familias productoras y la comunidad de vecinos y vecinas que normalmente acuden a comprar a nuestros espacios de comercialización. A partir de esta forma vamos construyendo los precios, con acuerdos que se mantienen por 6 meses.
ME: ¿Cómo se estructuran las ganancias bajo este esquema? ¿En qué se diferencia del esquema tradicional?
JPA: En general la estructura del comercio justo es lo que permite sostener la estructura comercial de toda la organización. Priorizamos que mejoren los ingresos de las familias productoras, llegando a la comunidad de vecinos y vecinas con ese alimento a un precio más barato que lo que el mercado convencional ofrece.
En realidad, el análisis hay que realizarlo por cadena productiva, por cadena de valor. Frutas y hortalizas tiene una lógica muy estacional, en general los circuitos de logística son propios de la organización y, en muchos casos, con otro tipo de alimentos no pasa eso. Por ejemplo, hemos realizado experiencias de «corderazos» en Avellaneda y esa logística no es la propia de la organización, es un costo externo. Ahí nosotros no tenemos control sobre toda la operatoria comercial, sí sobre la producción.
En líneas generales el esquema tiene una orientación de mínima cantidad de intermediarios posibles, mejores ingresos para la familias productoras y que las familias vecinas paguen un menor costo que en el mercado tradicional, sumado a que se obtiene un alimento sano.Trabajamos para que esa cuestión funcione.
En el caso de los corderos, como funcionó, hoy tenemos un camión propio con el cual hacemos esa logística y concretamente el resultado es que el productor mejoró entre un 25 y 30% su ganancia y la familia vecina paga el cordero más barato que el kilo de carne de novillo vacuno feedloteado (feedlot/firlot). De esta manera se consigue carne agroecológica más barata que la convencional, de primerísima calidad.
ME: ¿Comercializan carne ovina únicamente?
JPA: Uno de los dispositivos con los que contamos es el Almacén Agroecológico que está en el Mercado Agroecológico de la UTT Avellaneda. Ahí se vende carne vacuna, porcina y ovina. La carne vacuna y porcina proviene de la zona de San Vicente y Cañuelas, son compañeros y compañeras de la organización que producen carne agroecológica. La carne ovina proviene de dos lugares: la provincia de Buenos Aires, zona de Las Flores, de una cooperativa que se llama “El Vellón de Oro”; también otra cooperativa ubicada en el límite entre Chubut y Río Negro que abarca a más de 120 familias productoras de lana. Esta última en noviembre y diciembre, período de la zafra del cordero, comercializa estacionalmente corderos en consonancia con el período de fiestas. Buscamos que los precios sean inferiores a los que llegan a las carnicerías y grandes hipermercados, priorizando la producción agroecológica.
ME: ¿En qué consiste la producción agroecológica en el rubro cárnico?
JPA: Para el caso de los ovinos y el resto de las producciones carniceras se hace todo sobre pastura natural, no implantada o tratada con agrotóxicos. Por ejemplo, en el caso de los ovinos un animal que nace en octubre se faena en diciembre, permaneciendo ese tiempo sobre pastizal natural, libre de agrotóxicos en todas las partes del proceso. Así se obtiene un alimento de punta a punta agroecológico, en manos campesinas.
ME: ¿Cómo es desarrollar una producción cárnica orientada al mercado interno? ¿Quiénes son los más beneficiados?
JPA: Los beneficiados son las dos patas de la cadena y luego las organizaciones que se fortalecen. Estas son las tres patas del modelo circuito corto de comercialización. Las familias campesinas mejoran sus ingresos; se promueve el arraigo rural, ya que esas familias no se van del campo; y si a esto lo acompañamos con políticas públicas suficientes esto abona un fortalecimiento territorrial.
Al mejorar la rentabilidad de las familias de productores y productoras se promueve el arraigo rural. En un contexto de crisis, que las familias puedan acceder a alimentos saludables y a precio más bajo es un acto de justicia.
ME: ¿Cómo se distribuyen los almacenes de la UTT?
JPA: Tenemos dos espacios concentradores mayoristas en Avellaneda: uno de alimentos cooperativos, que integra a más de 100 cooperativas en ese espacio; otro espacio de frutas y hortalizas agroecológicas. Por lo tanto, contamos con dos mayoristas, uno cooperativo y otro agroecológico, en donde concentramos la logística.
Luego contamos con más de 10 almacenes UTT distribuidos en la provincia de Buenos Aires y ahora estamos próximos a abrir dos almacenes más en Capital Federal. También contamos con más de 200 nodos de compras comunitarias, distribuidos sobre todo en el AMBA, y también tenemos algunos almacenes que venimos construyendo en las provincias de Mendoza, Chubut y Entre Ríos.
ME: Es un esquema que se proyecta a nivel federal.
JPA: Hoy estamos llevando adelante la federalización de la comercializadora de la UTT, avanzando en un proceso de ir descomprimiendo y descentralizando la estructura comercial de Buenos Aires. Entendemos que nuestra estructura comercial puede dar respuestas a todo el país.
De la mano de esto vamos desarrollando los corredores federales: tenemos el corredor Cuyo-Patagonia, el corredor Mesopotámico y el corredor Patagónico que atraviesa las provincias de La Pampa, Neuquén, Chubut y Río Negro. Todos los corredores implican la circulación de alimentos en ambos sentidos, fortaleciendo el abastecimiento de las provincias, complementando las economías regionales.
ME: ¿De qué forma funcionan los nodos de compras comunitarias?
JPA: Los nodos están conformados por vecinos y vecinas que habitualmente compran en nuestros almacenes. La propuesta que construimos desde la organización es llevar los bolsones a una casa y cada 10 bolsones de frutas y verduras se quedan con uno. Entonces esa familia se encarga de la gestión, de levantar los pedidos y de notificar cuántos bolsones necesitan. Esa familia se garantiza la fruta y hortaliza de la semana, brinda un servicio a su barrio al centralizar los pedidos y dar aviso cuando llegan los bolsones.
ME: ¿Cuál es el vínculo con el Estado y cómo les gustaría que sea a futuro?
JPA: Al ser una organización gremial de pequeños productores y productoras siempre ese vínculo aparece después de que salimos a luchar: cuando hacemos un verdurazo, un acampe o cortamos una ruta. Siempre hay una actividad que desencadena ese primer encuentro con el Estado.
En general tenemos demandas territoriales: necesitamos tractores, semillas, desarrollar la comercializadora y, sobre todo, necesitamos tierra. La tierra es un eje transversal de nuestra organización, al igual que la agroecología y la igualdad de género. Son los tres ejes que ordenan nuestro quehacer cotidiano y con el Estado los pedidos giran en torno a ellos: necesitamos fomentar la agroecología y políticas públicas específicas para nuestro sector, necesitamos acceder a la tierra y políticas de género para los ámbitos rurales. Hoy está en claro que las necesidades de nuestro sector no están resueltas.
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