El 8 de julio se celebra el Día de la Acción Ambiental por la Cuenca Matanza Riachuelo. Con el fin de generar conciencia sobre la contaminación y recuperación del curso de agua. Para eso, hace más de 10 años que, todos los días llevamos adelante las tareas de limpieza de sus bordes costeros. Al respecto opinó para Télam Antolin Magallanes, director general de Gestión Política y Social de ACUMAR (Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo)
(POR ANTOLÍN MAGALLANES) El 8 de julio se cumple otro aniversario del denominado «fallo Mendoza». Esta gestión de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), que preside Martin Sabbatella, ha profundizado las políticas públicas, para que las y los habitantes de la Cuenca sean sujetos activos de un ambiente sustentable y justo.
Para ello, el organismo coordina y ejecuta una serie de obras y políticas que buscan mejorar la calidad de vida de cada uno de los habitantes de este territorio, donde viven cerca de 6 millones de personas.
El Sistema Riachuelo habla del compromiso de las autoridades de AYSA y ACUMAR para avanzar en un proyecto que nos pone a un año de su finalización. La novedad fue que el mayor avance se registró durante la pandemia, un trabajo silencioso y oculto bajo tierra fue creciendo todos los días superando retrasos y generando la mayor obra sanitaria que se hiciera en la Argentina desde la creación de Obras Sanitarias de la Nación. Una rémora del pasado que empieza a quedar atrás con una obra que va a evitar las cargas orgánicas y cloacales excesivas en el Riachuelo y por ende en el Río de La Plata.
Obras de infraestructura sanitaria, de agua y de cloacas, como la recientemente terminada en la Villa 21-24, financiada por el Banco Mundial a pedido de ACUMAR, ha traído beneficios para miles de familias. AYSA, nunca había entrado a un barrio informal, hoy tiene tres proyectos en Villa 21-24 y en otros barrios, algo revolucionario.
El Polo Industrial Curtidor, en Lanús, permitirá, por otro lado, reducir de manera sustancial los vuelcos industriales a partir de la construcción de una Planta de Tratamiento con capacidad suficiente para servir al universo de empresas de curtiembres que se radiquen allí. Además, se avanza con la mejora habitacional de sus barrios circundantes.
Un hecho histórico fue sin duda el traslado del Mercado de Hacienda de Liniers, que se mudó el 16 de mayo pasado a un predio en Cañuelas, con modernas instalaciones a nivel mundial, con una planta de tratamiento de sus efluentes, para no perturbar al ambiente del lugar. No más material orgánico vacuno flotando en sus aguas, algo que no ocurre desde hace 200 años al menos.
La vivienda relegada por la gestión anterior, hoy recuperó un ritmo estable que nos permite avanzar. En breve relocalizaremos familias en Almirante Brown, Lomas de Zamora y se darán inicio las mudanzas pendientes en Lanús, también se avanzará en Esteban Echeverría. Villa Inflamable, por sus indicadores de calidad ambiental, será un barrio re-urbanizado, como lo quisieron sus vecinos.
La limpieza de las márgenes muestra sus resultados, gracias al trabajo ejemplar de las cooperativas y la dignidad de sus trabajadores que con sus manos limpiaron basura por años para reverdecer y embellecer este lugar. Se han desterrado basurales en la cuenca media y alta, se han fortalecido los sistemas de separación y reciclado de residuos, la limpieza del espejo de agua es más agresiva y va en busca de los residuos, incluso antes de que lleguen al río.
La fiscalización y control industrial se han ajustado más sobre las empresas en una tarea articulada de todas las áreas. La asociación con universidades, el sector privado, pymes y otros actores, nos ha posibilitado no solo una onda expansiva de prevención en las industrias, sino niveles de colaboración, capacitación e innovación que tiene como mejor exponente la creación de la Red de Adecuación Ambiental de la Cuenca, un espacio de articulación y colaboración entre todos los sectores involucrados en la mejoría ambiental del sector productivo.
Por otro lado, hemos creado los Guardianes Ambientales, un nuevo mecanismo de prevención y control que nos da presencia en la Cuenca los siete días de la semana.
Espacios patrimoniales, espacios verdes, áreas protegidas, viveros y humedales, son proyectos que abrazamos desde hace ya más de dos años como así también políticas de juventud, empleo verde y agroecología, en gran parte de la cuenca media y alta, junto a escuelas y municipios.
Docentes se capacitan a través del programa Escuelas por la Cuenca, infancias que participan de proyectos educativos y un libro de narrativas educativas ambientales en la Cuenca hecho por los propios maestros son solo algunas de las propuestas que desde ACUMAR acercamos a la comunidad educativa.
En salud hemos vuelto a realizar las EISAAR y ya hemos relevado la totalidad de los barrios con mayor riesgo ambiental. Avanzamos con el laboratorio de Cuenca Alta que se encuentra funcionando en uno de los mayores logros de ACUMAR, que es el Hospital de Cuenca Alta Néstor Kirchner.
Hemos informado y dado respuesta a todos los pedidos de información pública, que hemos recibido.
Convocamos a la participación con distintas metodologías, reuniones, asambleas, recorridas, mesas de trabajo, bicicleteadas, la recreación infantil, el teatro y el cine.
Los ríos del mundo en su gran mayoría están contaminados, aquí abajo, en este sur, somos de los pocos países que cuentan con un plan para recuperación tan completo, que inspira a otros a seguir, de allí las consultas que recibimos a diario. Nos exigen, nos ponen a prueba, nos vituperan, nos felicitan, en esta hermosa tarea de recuperar un río, su historia y su presente, junto con el pueblo que vive a sus orillas.
La mayor dificultad del saneamiento es la idea de un río imposible de recuperar.
Aún hoy al hablar de la Cuenca Matanza Riachuelo, se invoca una realidad que no existe ya. Transitarlo es importante para apropiárselo y sentirlo nuestro. Desde allí surgirá su cura definitiva. Como diría Don Atahualpa Yupanqui, «nadie quiere lo que no conoce». Y en eso estamos.